Por Lety V

ACTIVIDADES - MARZO 2025

ACTIVIDADES - MARZO 2025

Caminamos con el agua hasta la rodilla,

jugamos a ser flores y convertirnos en oro.

Soñamos con jaguares casi extintos,

subimos al mar por la quincena,

corremos en chanclas bajo el sol.

Pero, sobre todas las cosas,

crecimos bajo la humedad de esta tierra.

Existen muchos sures,

este es el nuestro:

el Tabasco que vive y respira hoy.

Ser Sur es un proyecto que examina los patrones culturales, la estética y las dinámicas de identidad contemporánea de Tabasco, un estado en el sureste de México.

En Tabasco, la identidad se construye entre el agua y la tierra, entre la lluvia que moldea los ríos y el sol que define los días. La memoria de un Tabasco que fue sigue resonando en quienes lo habitan, en los relatos que atraviesan generaciones y en la manera en que el cuerpo se adapta al paisaje.

Podemos portar signos que evocan la tabasqueñidad, pero hay algo que trasciende la apariencia: el haber crecido aquí, el haber sentido la humedad impregnada en la piel, el olor del pozol, el murmullo de la Flor Tabasco y el rumor del petróleo en la distancia.

Ser sur es mi propio encuentro con los procesos de alteridad y otredad, es la búsqueda de quienes somos a través de los cuerpos que habitan este territorio, los paisajes que los rodean y las vestimentas que los inscriben en una historia compartida.

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¿Cómo vestimos los tabasqueños?

UNA FLOR SOBRE EL AGUA

La Flor Tabasco es una tradición con raíces profundas en la historia contemporánea del estado. Ees un símbolo de identidad y representación cultural del estado, surgido formalmente en la Exposición Regional de 1930 como una figura que exaltaba la historia y tradiciones de los municipios. Con el tiempo, evolucionó hasta convertirse en un evento que combina nociones de un certamen de belleza que, además de la estética, valora el conocimiento, la expresión y el sentido de pertenencia de las participantes. Más que un título, ser Flor Tabasco implica encarnar la esencia del pueblo tabasqueño, promoviendo su cultura en eventos locales e internacionales y convirtiéndose en un referente de orgullo y tradición.

El interés por participar en la elección de la Flor Tabasco suele surgir en la infancia, impulsado por experiencias en eventos escolares donde se recrean eventos similares. Para algunas mujeres, representar a su municipio en la feria es un sueño que no siempre se concreta, lo que motiva la recreación simbólica de este papel a través de sesiones fotográficas con el traje tradicional o con la estética de la Flor Tabasco.

Las embajadoras son las mujeres que representan a cada uno de los 17 municipios del estado y participan en la elección de la Flor de oro. Previo a su participación oficial, atraviesan un proceso de capacitación que abarca distintos aspectos. En el ámbito intelectual, deben documentarse sobre su municipio, conocer su historia, sitios emblemáticos y personajes destacados, ya que esta información será clave en entrevistas con medios de comunicación y en su proyección en redes sociales. Además, reciben formación en modelaje, abarcando pasarela, poses ante la cámara y expresión corporal. Este proceso de preparación fortalece la confianza y seguridad de la representante, permitiéndole desenvolverse con naturalidad ante el público y los medios.

Estas capacitaciones han llevado al desarrollo de una industria glamorosa local, dando paso a expertos capacitados que cuidan cada detalle de su imagen y protocolo social, aspectos que complementan su representación y refuerzan su presencia en la elección.

POR EL RESCATE DE LA SOBERANÍA

Petróleos Mexicanos ha sido un eje central en la vida de muchas familias, trascendiendo su papel como industria para convertirse en un vínculo intergeneracional. Su historia no se mide solo en barriles de crudo o cifras de producción, sino en la vida de quienes han crecido con el eco de su maquinaria, el olor del petróleo impregnado en la memoria y la certeza de que su porvenir estaba ligado a la vastedad de los campos petroleros. Desde su expansión en el sureste, la empresa ha definido el destino de quienes crecieron a su sombra, donde el trabajo se hereda como un oficio y una identidad.

El uniforme de PEMEX es parte del paisaje tabasqueño, un emblema de la industria y de quienes la sostienen En plataformas marinas, los trabajadores visten overoles amarillos con cintas reflejantes que simbolizan tanto seguridad como resistencia frente al mar abierto; en tierra, el beige distingue a mandos medios, jefaturas y personal sindicalizado, mientras que el blanco en las camisas del personal de confianza marca la diferencia jerárquica. Cada área porta su propia identidad: el rojo de los equipos de contraincendios, el azul y blanco del personal de telecomunicaciones, y los colores de vigilancia que han cambiado con la imagen corporativa.

Históricamente, la industria estuvo dominada por hombres, lo que influyó en el diseño de los uniformes. Sin embargo, en las últimas dos décadas, la presencia femenina ha crecido, impulsando ajustes en el uniforme para mejorar su comodidad y seguridad. El tiempo ha transformado las dinámicas laborales y los procesos operativos, pero el arraigo persiste. Para muchos, PEMEX no es solo una fuente de empleo: es un símbolo de identidad, un lazo invisible que une a quienes han crecido bajo su influencia, recordándoles que el trabajo también es historia y pertenencia.

MÁS AGUA QUE TIERRA

Tabasco, tierra de agua, aprendió a flotar entre ríos, tejiendo su vida con la corriente. Sus casas respiraban con el viento, sus fogones ardían incluso con los pies sumergidos, y el agua era compañera, no amenaza. Pero el tiempo cambió su cauce: el concreto silenció el murmullo del río, las ciudades devoraron los pueblos y el asfalto cubrió la memoria. Lo que antes fue hogar ahora resiste; lo que fue alianza con el agua, se convirtió en lucha contra su abrazo.

El cacao ha sido parte fundamental de muchas familias en Tabasco, convirtiéndose en un elemento clave en la relación con la naturaleza. Las plantaciones cacaoteras han proporcionado no solo sustento económico, sino también un espacio de aprendizaje sobre la biodiversidad y la importancia de los ecosistemas tropicales. La disminución de lluvias y la amenaza a los polinizadores ponen en riesgo su producción, reflejando el impacto del cambio climático en los ecosistemas. Frente a este panorama, la sostenibilidad agrícola y la conservación ambiental se perfilan como claves para la resiliencia y el futuro del estado.

La identidad cultural no se define por la vestimenta, sino por el arraigo y el orgullo de pertenecer a una comunidad. Elementos como la música, la lengua, la danza y la gastronomía son fundamentales en la preservación de las tradiciones. En este sentido, las comunidades originarias juegan un papel clave en la transmisión cultural.

La lengua materna es un pilar de la identidad. A pesar de los prejuicios, hablar una lengua originaria debe ser motivo de orgullo. Iniciativas como la literatura en Yok’otan han contribuido a su difusión, asegurando su permanencia. Asimismo, la transmisión de costumbres a nuevas generaciones a través de expresiones artísticas permite compartir y fortalecer la cultura.

La identidad no es un objeto fijo, ni un vestido que se usa en la feria. Es un río en movimiento, frágil en su fluidez, fuerte en su capacidad de adaptarse. Se define en el arraigo y el orgullo de pertenecer a una comunidad.  Más allá de los trajes tradicionales, las faldas floreadas y los tulipanes en el cabello, el amor por Tabasco se expresa en la difusión de su riqueza cultural, en aquello imposible de hacer visible por completo.

Este proyecto fue posible gracias al apoyo e historias de los colaboradores, gracias por ser parte de este camino y dejar su huella en él. Gracias a todo el equipo por su maravilloso talento

Julieta Campos, Flor Tabasco 2016

Ana Parizot, chocolatera y promotora ambiental para la preservación del cacao

Izcoatl Jiménez, sociólogo y político

Esmeralda López, escritora y promotora de la lengua Yok’otan

David Montano, diseñador y estilista de moda

Coki Cacep, maquillista

Carlos A. Alejandro de la Cruz, Kalimba Alejandro, Publirrelacionista de Embajadoras

Ingrid Jiménez, seguidora de la Flor Tabasco

Marcela García, trabajadora de Pemex con más de 20 años en la empresa

Paul Celestino, trabajador de Pemex con más de 20 años en la empresa

Etelvina Pedrero, vecina de la colonia Tamulté de las Barrancas

Enrique Oyosa, artista plástico

Dirección creativa

Lety V

Estilismo

Karla González, David Motano

Maquillaje y cabello

Ariadna Beltrán, Mélida García

Modelos

Perla Laguna, Mélida García, Gina Mtz, Julieta Campos

Vestuario

David Montano, Elba Ulín, Maffe Guerrero, Enboga Boutique

Joyería

Pérez Puche, Éterea, Rakel Narvaez Accesorios

Gracias por las facilidades y apoyos brindados para la realización

Faz a Faz A.C., Adriana Calvo, Lombardo Aguilar, Johny Calderón

Gracias papá y mamá por ser las rocas que cimentan mi río con amor

Este proyecto fue realizado con el apoyo del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales a través del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) Tabasco 2024.

Lety V, 2025.

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